El autobús utilizado es del modelo Tempus, un vehículo de última generación de 9,5 metros de longitud y 57 plazas que se mueve gracias a dos motores eléctricos situados en las ruedas posteriores.
Este lunes ha empezado a circular por Barcelona el prototipo de autobús híbrido cedido por la empresa gallega Castrosua a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). De esta manera se inicia la segunda fase de las pruebas de este modelo único de bus urbano ecológico, en la que dará servicio con pasaje en diferentes líneas para comparar los resultados de consumo y emisiones con los de vehículos equivalentes de propulsión convencional.
El autobús utilizado es del modelo Tempus, un vehículo de última generación de 9,5 metros de longitud y 57 plazas que se mueve gracias a dos motores eléctricos situados en las ruedas posteriores. Dispone además de un motor diesel encargado de recargar las baterías cuando se ha consumido parte de la carga. Tiene capacidad para aprovechar la energía de la frenada y está equipado con un sistema electrónico para optimizar el gasto energético según el recorrido.
Para las pruebas con pasaje se han escogido líneas servidas con vehículos de dimensiones similares, del tipo midi (9-10 metros de longitud), y de propulsión diesel: serán la 126 (Bus del Barri de Sant Andreu), la 185 (Horta - Metro Canyelles) y la 192 (Hospital de Sant Pau - Poblenou). En estas líneas se han estado haciendo recientemente mediciones de consumos para poder los contrastar con los del prototipo híbrido.
Consumos y emisiones un 20% inferiores
Características del nuevo bus
Modelo: Tempus
Longitud: 9,5 m
Anchura: 2,4 m
Plazas: 57
Autonomía: 300 km
Propulsión: dos motores eléctricos de 67 kw y uno diesel de 84 kw
TMB recibió en primicia el prototipo de Castrosua la segunda quincena del pasado mes de diciembre. Tras un período de ajustes, durante enero y parte de febrero ha tenido lugar la primera fase de las pruebas, que se han desarrollado siempre sin pasaje. Estas pruebas han consistido en reproducir el protocolo estandarizado por la UITP (Asociación Internacional del Transporte Público), y se ha podido comprobar que el vehículo de propulsión eléctrica asistido por un motor diesel puede conseguir consumos -y por tanto emisiones contaminantes- como mínimo un 20% inferiores a los de un vehículo convencional de motor térmico.
El test de este vehículo es el paso previo para la incorporación de vehículos híbridos a la flota de TMB para reducir la emisión de contaminantes y ruidos. TMB también está estudiando la reconversión de autobuses diesel a híbridos mediante la adición de un propulsor eléctrico sincronizado.
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