Bloques fabricados a partir de materiales usados, naturales o de alta tecnología posibilitan la construcción de viviendas más ecológicasLadrillos que reaprovechan la ceniza del carbón, el plástico usado, que convierten la humedad ambiental en agua o que utilizan materiales naturales como el cáñamo o la paja. Diversas empresas, equipos de investigación e iniciativas ecologistas promueven el uso de varios modelos de ladrillos ecológicos. Al utilizarlos, se reduce el gasto en energía y materias primas que requieren los ladrillos convencionales, ayudando así al medio ambiente y a construir casas con propiedades más ecológicas.
Cada año, unos 45 millones de toneladas de ceniza procedentes de las centrales térmicas de carbón acaban en la basura. ¿Y si transformamos estos desechos en ladrillos evitando su impacto ambiental? Esta fue la idea del ingeniero civil ya jubilado Henry Liu, mientras trabajaba en 1999 en una de estas centrales.
En la actualidad, Liu preside la empresa Freight Pipeline, que trata de que sus ladrillos ecológicos, a los que ha llamado "Fly-Ash Brick" (en la imagen), se extiendan por todo el mundo. Entre sus ventajas frente a los convencionales, además de su capacidad de valorización de las cenizas, se encuentran sus propiedades: son más ligeros y consumen menos energía al necesitar tan sólo una temperatura de cocción de 60º C (los ladrillos normales requieren hornos que alcancen unos 900º C). Además, son capaces incluso de absorber del aíre pequeñas cantidades del tóxico metal de mercurio.
Ladrillos de cáñamo y paja Otras iniciativas parten de materiales naturales, más tradicionales, que asumen los principios ecológicos y de construcción bioclimática, y que se han utilizado ya en diversas casas en España. Por ejemplo, en Guadix (Granada), la empresa Cannabric fabrica de forma artesanal ladrillos de cáñamo, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales, además de tierra de las cuevas de la zona.
Su responsable, la arquitecta Monika Brümmer, enumera diversas ventajas de estos ladrillos: su resistencia es parecida a los normales, que ganan a estos en la capacidad de regular la temperatura, la humedad ambiental y de aislar los ruidos. Además, los materiales son naturales y no precisan de pesticidas. No obstante, reconoce que son más caros que los convencionales, aunque asegura que su coste se amortiza en pocos años gracias al ahorro de energía que suponen.
Por su parte, la Red de Construcción con Balas de Paja reúne a un grupo de personas que propugnan la creación de viviendas con fardos de este tipo de material. Sus responsables resaltan que se trata de un tipo de construcción mucho más ecológica y económica que las convencionales y que ofrece una alternativa de vivienda digna. La Red sirve de punto de encuentro para personas que quieran construir por sí mismas estas viviendas.
Ladrillos luminosos y de papel
Algunas iniciativas ofrecen modelos sorprendentes. Los "Solar Brick Light" son unos ladrillos tipo baldosa que se iluminan por la noche al recargarse con energía solar. Por ello, pueden ser muy útiles para pavimentar caminos en jardines o entradas en las viviendas. Su precio, unos 32 euros, es algo elevado, pero pueden contribuir al ahorro de energía de forma interesante y ayudar a decorar con estilo.
Por otra parte, el "Newspaper Brick Maker" es un aparato compactador que transforma el papel de periódico en ladrillos. Tras añadir agua y el papel en tiras en su contenedor, su usuario obtendrá un pequeño módulo que puede utilizarse para alimentar una estufa o una barbacoa, o como elemento decorativo.
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