Pues sí ¿Amor imposible? cabe destacar que en muchas relaciones de parejas, aunque esos motivos no existan, como dice Sabina “sobran los motivos” para que entendamos que estamos en una relación imposible que nos causa dolor de amor.
La mayoría de nosotros nos remitimos a un amor no correspondido obstaculizado por situaciones como la distancia, la edad, el estado civil, situaciones religiosas o políticas, elección sexual, la sociedad, riqueza o pobreza, o la simple falta de magia, sin embargo, si repasamos otra vez las palabras “AMOR IMPOSIBLE”, y miramos un poco más allá, nos daremos cuenta, que muchos de nosotros estamos comprometidos en una relación de dolor por un amor imposible con nuestras actuales parejas.
Pero todo esto no es un acertijo o laberinto difícil, y menos un juego de palabras; es una aproximación a comprender que concluimos “imposible” a circunstancias extremas y dramáticas como “él tiene 20 y yo 40” o “está casada/o” o “le gustan los hombres o solo las mujeres” y frente a esos hechos nos quedamos paralizados y atónitos anhelando lo que no será.
Pero en realidad esto va más allá de lo verdaderamente imposible como amor, y regresando a lo anterior la indiferencia, la falta de respeto, la falta de amor, el descuido, la lucha de egos, las mentiras, los abandonos cotidianos, la infidelidad, son indicios de que algo no es “posible “en una relación de pareja, y permitir o dejar pasar estas circunstancias es como pretender andar con lentes oscuros un día intensamente tormentoso y obscuro de por sí.
Recuerde que lo imposible se establece a partir de la no comunicación entre los amantes; entre pareja, si son o no capaces de expresar lo que sienten, lo que les sucede, los temores, las inquietudes que tienen respecto del vínculo, las creencias familiares o tradiciones que los mueve a comportarse de tal o cual forma. En este sentido, todos tenemos un amor imposible; en el rumbo de que muchas veces por no querer ceder o conectar con el otro; o salirnos del camino adecuado, e insistir en siempre tener la razón y “ganar” la guerra de las individualidades, nos vemos obligados a alejarnos de la persona que amamos. Y lo imposible se reconoce como la incapacidad de tomar conciencia de que somos diferentes, e internalizarlo. Lo sabemos de la boca para fuera. El desafío es internalizarlo, entender que amar a la otra persona no solo depende de nosotros sino también de él o ella, el amor es un compendio de desafíos que deben ser pasados por la pareja, imposibilitar la relación con banalidades de batallas ganas y de razones expuestas siempre a una sola razón no es saludable y no hacemos más que convertir la relación en imposible y esto se convierte en dolor de amor, sin derecho a la oportunidad de vivirla sanamente.
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