El Contacto Sexual con Extraterrestres
La Investigadora Investigada
Cuando Judith se dio cuenta de que “el asunto” se le había ido de las manos, comenzó a preocuparse y a buscar la colaboración de los jóvenes investigadores de la península. Judith, seudónimo utilizado por la mayoría de los investigadores que han observado su caso, amén de ATS de profesión, es una inteligentísima y encantadora amiga de treinta y seis años de edad, residente en la de Gran Canaria, y una de las investigadoras paracientíficas, me atrevería a asegurar, más realistas de la sociedad española. Su relación con los investigadores y su labor de divulgadora de los fenómenos insólitos que acontecen en las bellas islas del archipiélago canario, ha contribuido en gran medida al conocimiento de la “España mágica”, tal y como se presenta en la actualidad. Los que hemos tenido oportunidad de contar con su compañía en alguna ocasión, conocemos su carácter jocoso, ameno y altanero; es el alma y la diversión de cualquier reunión amistosa; sin embargo, también sabemos de su celo en el estudio científico de las temáticas paranormales. Por esta razón, la experiencia que había de sufrir no nos ofreció más que un criterio: Judith dice la verdad.
Su interés por la fenomenología paranormal la llevó a intentar establecer, como organizadora en el seno de una delegación de Misión Rama en España, contacto con los tripulantes de los ovnis, utilizando los medios que en otras ocasiones de contacto habían funcionado significativamente, tales como la vasografía -ouija- o la sicografía, escritura automática, destacando inmediatamente, a tenor de las declaraciones de sus compañeros de experiencias como una fantástica contacto o médium, (el mensaje transmitido los días que no contaban con ella, era muy absurdo, negativo o incluso nulo).
A finales de 1990, desencantada quizá por las continuas contradicciones existentes en los mensajes, decidió desvincularse completamente del movimiento e inició su andadura solitaria en la investigación paranormal. Sin embargo días después de aquella honrosa retirada, se vio envuelta en un extraño suceso de Teleportación, mientras volvía de dejar a sus hijos en el colegio.
El Investigador y amigo Josep Guijarro se interesó desde el principio por el asunto, sometiendo a Judith a una hipnosis y extrayendo la conclusión de que la niebla no era sino un camuflaje, para unos seres que abordando el vehículo, la habían llevado al interior de una aeronave tipo Ovni, es decir había sufrido una abducción. Sin embargo, aquel no sería sino el principio de un singular curriculum en el que no tardaría en repetirse otros períodos de pérdida de la noción del tiempo.
El día 18 de Marzo de 1991, poco después de las 17:20 horas de la tarde, mientras se dirigía a buscar a sus hijos al colegio, perdió completamente el sentido al volante de su vehículo durante varios minutos en la autopista, a la altura del polígono de Sinamar. Cuando lo recobró se sorprendió a sí misma todavía conduciendo y a unos pocos kilómetros, cuatro o cinco tan solo, del lugar donde se desvaneció, sin que nada la hubiese interrumpido y sin producirse ningún accidente.
Las experiencias continuarían hasta desembocar en contactos directos con VDD, que también fueron percibidos por sus jóvenes hijos, y una amiga, conocida bajo el seudónimo de Mayra, quién compararía y corroboraría sus experiencias.
Su caso fue seguido e investigado por muchos Investigadores, que pasaron días enteros en la casa de Judith, durmiendo por la noche en habitaciones contiguas a la suya y esperando vivir y viviendo en algunos casos, alguna extraña experiencia. La protagonista de este caso confeccionó incluso un memorándum de todas aquellas vivencias inusuales que le acontecían, en ausencia de los Investigadores, relatando sueños, pesadillas, pasajes extraños sufridos por sus allegados y por ella misma y, poco a poco evidencias de un contacto con VDD. Hoy en día, a principios de 1993, Judith asegura no haber sufrido ninguna molestia nocturna desde hace un año, aunque las extrañas “casualidades” se siguen produciendo, confirmando así que sigue bajo la atenta custodia de algo.
Una de las últimas experiencias vividas por Judith se produjo una noche cuando, con su flamante nuevo Renault Clio, circulaba por una carretera solitaria y se vio obligada a detenerse frente a un vehículo que había bloqueado la carretera. Judith se sorprendió al observar que el otro automóvil era el que ella había vendido poco tiempo atrás a una amiga. Pero, sin duda, lo que más le impresionó fue encontrarse con un ser idéntico a sí misma al volante.
Sin embargo y coincidiendo con otro subgrupo temático donde se dan cita narraciones de vivencias con clónicos y seres especulares, aquella otra Judith tenía el pelo corto y sin teñir y tal como lo llevaba, cuando era dueña de aquel vehículo.
Sobre su persona se realizaron numerosos ejercicios para descubrir su funcionamiento inconsciente: tests psicotécnicos, estudios grafológicos practicados sobre su escritura y firma, cuestionarios de personalidad. Ninguna de aquellas pruebas pudo demostrar que el testimonio de Judith fuera inventado o ficticio, así como tampoco se pudo demostrar algún indicio de alguna inestabilidad psicológica en la testigo. Además si Judith hubiera sido movida por algún interés lucrativo, ¿por qué había de guardar el anonimato hasta el día de hoy?
Como dato curioso, y por si fueran pocos los que ya hemos relatado, incluiremos el testimonio de un fontanero que acudió el día 29 de Abril de aquel mismo año a reparar una avería en las cañerías que transportan el agua desde el bloque de pisos, atravesando el jardín, hasta la piscina. Dicho caballero encontró algo muy extraño en aquella tubería: “Estaba completamente destrozada. Era como si un gran peso se hubiera apoyado sobre el césped y la hubiera estallado”. Obviamente, el peso de una silla o mesa de jardín no podía provocar aquel efecto espectacular. Sin embargo, Judith recuerda que la noche del día 19 de Abril, había tenido un sueño extraño donde ella observaba el firmamento desde un jardín o un prado; un sueño muy vívido si tenemos en cuenta que, al despertar, tenía briznas de hierba en su ropa de noche y en la cama. Si observamos el jardín y piscina comunitarias están acuartelados por los bloques de pisos, sin más posibilidad para llegar hasta allí que desde su interior, ¿qué fue lo que aterrizó, único modo posible de llegar hasta allí, en el jardín?