EuFuria

(Ole.Clarin)
Chavales, hay que rendirse ante esta España. Hay que decirlo, y que quede escrito sin miedo al archivo y a lo que vaya a pasar el domingo: la de Luis Aragonés es la mejor selección de esta Eurocopa. Un equipo en su definición más fiel, con un gran concepto de grupo, transparente, que sabe lo que quiere, el único que desde un principio se recita de memoria, y en vez de que por esto chisten los de afuera, entran y son figuras. Como pasó ayer con Cesc Fábregas, crack para jugar y para bancarse el banco siendo uno de los mejores del mundo. A la estrellita del Arsenal, 21 años y compinche de Messi en las Inferiores del Barcelona, le tocó entrar por la lesión de David Villa y le dio a la Furia la claridad que le andaba faltando para liquidar al espejismo de lo que había sido Rusia en cuartos ante Holanda. En el Ernst Happel Stadion, nombre de uno de los cultores del Fútbol Total, esta vez sólo España le hizo honor.

Si por la presencia de Andrei Arshavin se había pronosticado un duelo diferente al del 4-1 del debut, en definitiva la revelación del Zenit tampoco jugó ayer, no por suspensión sino porque no lo dejaron entre Marcos Senna y el bloque defensivo español. Así de categórico fue en todas las líneas: España borró de la cancha a Rusia.

En todo caso, Iniesta y Xavi jugaron para su club y con la combinación exacta para el 1-0 ayudaron a que no se siguiera yendo por las nubes la cotización de Arshavin, con futuro Culé.

Ese gol fue un mazazo para el conjunto de Hiddink y agrandó al de Aragonés, letal con espacios. Antes de eso, igual, casi no había sufrido, salvo por una delicia de Pavlyuchenko que Casillas sacó del ángulo con una uña. Ese es otro plus de la Roja, es decir, contar con un arquero de equipo grande al que le llegan poco y le convierten menos. De hecho, España apenas recibió tres tantos y está al tope del goleo a favor, con 11. A los rusos les encajó un 7-1 global.

Lo de Cesc fue descomunal para cerrar la clasificación a una final que esperó 24 años. Una pincelada para asistir a Güiza y el pase simple y eficaz para el 3-0 de Silva. El 10 siempre fue Cesc por su nom-bre de pila (Francesc), pero cuando llegó al Arsenal, en el 03, el DT Wenger le dijo que ahí sería Fábregas porque los apodos son para niños y él debía hacerse hombre. Durante un tiempo, brilló con la camiseta de los Gunners que decía "Fábregas" y no con la de su país que seguía luciendo Cesc . Hoy es Fábregas en todos lados. Un hombre en un equipo de hombres que ante Alemania tendrá su merecida final.


[archivo adjunto borrado por el administrador]