El cuello hace peligrar el regreso de Schumacher...

En 1991, Schumacher compartía equipo en Mercedes con Heinz Harald Frentzen. Una noche, en Le Mans, invitó a la novia de su compañero a montar en moto. Y Corinna Betsch se convirtió en el amor de Michael. Ahora, la señora Schumacher ha puesto una condición a su marido para volver a la Fórmula 1: estar totalmente recuperado de su accidente de moto en Cartagena. Y eso aún está por ver.

"Todo ha ido muy bien salvo que aún me duele el cuello. Y mi salud es prioritaria. Ése es el acuerdo, también con Ferrari", decía Schumacher tras probar el F2007. Ahora, su portavoz Sabine Kehm, ha explicado que el retorno más esperado de la historia de la especialidad no está asegurado: "No está claro del todo todavía que su cuello pueda soportarlo y que pueda regresar". Y su representante, Willi Weber, también es claro: "Su vuelta depende de los dictámenes médicos".

Los dolores en el cuello de Schumacher tienen su origen en Cartagena. El alemán rodaba en febrero con una Honda de Superbikes en el circuito murciano cuando se pasó de frenada a 230 km/h y acabó en el suelo primero y, con un collarín, en el hospital Virgen de la Arrixaca después, sin gravedad, pero con un fuerte golpe en el tórax y el cuello. Se habló de rotura de costillas y un esguince cervical.

El cuello es vital en la F-1. "Probar la reacción del cuello es muy importante, porque a bordo de un F-1 se sufren fuertes aceleraciones laterales, con un peso calculado en alrededor de 35 kilogramos", explicó el profesor italiano Antonio Dal Monte, experto del Comité Olímpico Italiano. Unos catorce músculos integran el paquete muscular del cuello y la falta de resistencia y potencia puede generar presiones durante la conducción de un monoplaza, capaces de derivar en mareos y hasta desmayos. Veremos.


AS.com