Wall Street atrapa a la F1

Deportivamente tiene buena salud, pero los dueños del campeonato pasan por graves problemas económicos

Lehman Brothers, una de las instituciones financieras americanas con mayor prestigio, que dispone de un buen paquete de acciones del holding Formula One Group, sucumbió a la crisis crediticia de los Estados Unidos y el pasado lunes anunció su quiebra, provocando todo un terremoto en Wall Street que sacudió las bolsas de todo el mundo, aturdidas por el devastador efecto que la crisis está teniendo en los mayores bancos de inversión del país.

A la espera de las decisiones del Gobierno y de la Reserva Federal, hay que hacer hincapié en que esta fallida afecta plenamente a uno de los socios de referencia de la Fórmula 1. Lehman Brothers tiene en la actualidad el 14,1% de acciones del grupo de sociedades que gestiona el negocio, mientras que el 85,9% restante pertenece a CVC Capital Partners, empresa que decidió mantener a Bernie Ecclestone al frente de la F1 pese a comprar la mayoría de acciones a finales del 2005.

Lehman Brothers entró en el negocio de la Fórmula 1 en 2002, conjuntamente con Bayerische Landesbank y JP Morgan Chase, como consecuencia de una aguda crisis financiera del grupo de comunicación alemán Kirch, que había perdido 1,6 billones de euros. Después de que CVC adquiriera en noviembre de 2005 las acciones de Bayerische Landesbank y posteriormente las de JP Morgan Chase, tomó el control de la F1 el 30 de marzo de 2006 dejando ese 14,1% en manos de la entidad financiera americana.

Antes de declararse en bancarrota al tener 60.000 millones de dólares en préstamos hipotecarios incobrables, los directivos de Lehman Brothers, una institución con 158 años de existencia, habían propuesto a CVC Capital Partners la posibilidad de venderles su paquete de acciones, que entonces no fue aceptada. Sin embargo, las circunstancias actuales pueden provocar un cambio sustancial en su decisión. “En el pasado hicimos ya una oferta para adquirir las acciones de Lehman y probablemente haremos otra”, apuntaba en The Telegraph Nick Harry, director general de CVC en el Reino Unido.