Márquez, un ‘Rey Mago’ en Cervera
Marc llevó de nuevo la alegría a su pueblo, con más de 10.000 personas coreando su nombre en la celebración de su séptimo Mundial, quinto de MotoGP
En Cervera ya se han acostumbrado a que uno de sus vecinos ilustres aumente el programa de fiestas del curso con la más esperada de todas. En agosto, es momento de magia, brujas y fuego con el famoso Aquelarre de dicha localidad. A finales de setiembre, toca Fiesta Mayor de invierno. En enero, la cabalgata de Reyes. Pero en este pueblo ilerdense, desde hace tres años consecutivos y por séptima vez desde 2010, cuentan con un ‘Rey Mago’ más, Marc Márquez, que llena las calles de Cervera con miles de paisanos y aficionados llegados desde todo el mundo para celebrar los regalos que año tras año suele dar a los amantes del motor en forma de espectáculo, adelantamientos, victorias y Mundiales.
“Creo que es el año que más gente hay aquí”, decía Marc. Y no se equivocaba, puesto que más de 10.000 personas cantaron el “campeones del mundo” con el piloto que semana a semana les ilumina las caras. No tiene barba, no reparte caramelos, y por su apariencia de niño, a sus 25 años, podría hacerse pasar por paje. Pero cuando se sube a una moto, su clase innata le eleva a la categoría de sus ‘compañeros’ llegados de Oriente. El campeón, precisamente recordó con nostalgia, acompañado de sus padres y su abuelo en el escenario que fueron los mismos Reyes los que le entregaron su mejor amiga a los 4 años, una moto con la que empezó a forjar su leyenda.
Ayer, Marc volvió a llenar de confeti, música y aficionados los principales rincones de su pueblo natal para festejar la consecución de su séptimo Mundial de Motociclismo en el global de categorías, su quinto en MotoGP. Ese es su regalo, ni mirra, ni oro ni incienso. Otro título más para todo un pueblo que bailó al ritmo de su ilustre campeón. Pero le faltaba una petición en su carta a los Reyes: “hay que pedirle que volvamos con dos títulos el año que viene, el mío y el de mi hermano Àlex”. Lo mismo pidió su abuelo, Ramón, asegurando ante todos que en 2019 “pasaré lista para que nadie falte a la fiesta de los dos Mundiales”.
Marc ya hace tiempo que es un especialista en este tipo de días, y como ya es costumbre, volvió a deleitar a todos cuando se hizo con el micrófono. Lo hizo después de estirarse, con los deberes hechos, a ver un resumen de su temporada. Después de saltar, chillar y bailar encima de un camión decorado con los símbolos de su celebración, los del ‘Level 7’, subió de nivel con otra espectacular presentación de todos sus miembros del equipo. Santi Hernández, su jefe de mecánicos, también se vino arriba besando a su pareja, la presentadora del evento, la periodista Izaskun Ruiz. “Mejor que el de Casillas y Carbonero”, decía Marc, que terminó su espectáculo con una corona que le dio un niño, la de Rey Mago, la de campeón.