OPINION PERSONALgran rossi casi campeon buen elias
Valentino Rossi ganó con autoridad la carrera de MotoGP del Gran Premio de la República Checa, duodécima prueba del Mundial, y acaricia su octavo título pese a que aún quedan seis pruebas para el final del campeonato. El piloto de Yamaha le saca 50 puntos a Casey Stoner, que se cayó cuando era líder y sentía al presión del Doctor en la nuca.
El otro gran protagonista de la cita de Brno fue Toni Elías, que acabó segundo y enderezó una temporada que hasta ahora había pintado muy mal. Fue el único piloto español de la categoría que brilló, ya que los otros dos, Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa, ni siquiera pudieron asomarse a los puestos de cabeza por culpa de unos neumáticos Michelin que nunca estuvieron a la altura.
Todo apuntaba a un duelo entre Stoner y Rossi similar al de Laguna Seca, pero el inicio de la carrera corrió por otros derroteros, ya que Casey salió primero e intentó la escapada a fuerza de romper el récord de la pista. A Valentino no le quedaba otra que presionar al actual campeón mundial, y eso es lo que hizo, impidiendo que la ventaja de su rival superara el segundo. Fue entonces cuando Stoner se cayó; la Ducati se le fue de atrás en la séptima vuelta y el australiano acabó en el suelo. Aunque volvió a la pista, fue para pararse poco después definitivamente.
Podio para Elías
Con Rossi sólidamente instalado en cabeza rumbo a su quinta victoria de la temporada, el interés de la prueba se centró en la espectacular remontada de Toni Elías, que dio cuenta de los dos pilotos de Suzuki, Vermeulen y Capirossi, y de los dos de Kawasaki, West y Hopkins, para hacerse con un segundo puesto que hace justicia a sus méritos de piloto. El de Manresa ofreció su habitual recital de cruzadas y frenadas al límite y recordó al mismo hombre que le robó la cartera a Rossi hace dos años en Portugal.
Tercero concluyó Loris Capirossi, el hombre más veterano de la categoría, recuperado ya de las lesiones que le han amargado la temporada. En cuanto a Lorenzo y Pedrosa, bastante hicieron con acabar en los puntos (décimo y decimoquinto, respectivamente). Randy de Puniet, que había sido el mejor piloto de Michelin en el Gran Premio, intentó poner lo que le faltaba a sus neumáticos y acabó en el suelo.