Si pensais que estais a la última en tecnología, hay un nuevo procedimiento , parece ser en auge para los mas osados:
Los tatuajes e implantes tecnológicos se ponen de moda por su bajo coste y fácil accesoOchenta y nueve euros. Eso es todo lo que uno necesita para convertirse en cíborg. O al menos para hacerse con un kit que lo posibilita. Puede adquirirlo por internet y recibirá en su casa un chip del tamaño de un grano de arroz precargado en una jeringa estéril, una ampolla para desinfectar la piel, unos guantes quirúrgicos, gasas y vendajes estériles para cubrir la pequeña herida que le quedará cuando se lo implante en la mano (en la membrana que tiene entre los dedos pulgar e índice, si sigue las recomendaciones del vendedor).
¿Y para qué los quieren? Graafstra usa sus chips para abrir las puertas, desbloquear los teléfonos, iniciar la sesión de sus ordenadores o arrancar el coche con un movimiento de su mano. Y también los aprovecha para compartir datos de contacto, vídeos de YouTube o páginas de Facebook con sus amigos haciéndoles escanear su implante con el lector NFC de sus móviles o tabletas.
“Básicamente la gente se está instalando chips del tipo NFC (tecnología de comunicación de campo cercano) o RFID (identificación por radiofrecuencia) para poder identificarse, interaccionar con determinados objetos o cuantificarse; comenzó un investigador que quería llegar al laboratorio y abrir las puertas sin tener que usar una tarjeta de identificación, y a partir de ahí la gente lo usa para identificarse, transmitir datos o como cartera digital para hacer pagos”
También hay entidades que promueven su uso. En abril, el Atlético Tigre –un club de fútbol de la primera división argentina–, propuso a sus socios implantarse un chip bajo la piel para poder acceder al estadio con sólo acercar su cuerpo al lector, sin tener que mostrar carnet alguno. Y durante la Mini Maker Faire BCN 2016, que se celebró en febrero en CosmoCaixa, uno de los principales fabricantes de placas electrónicas ofrecía e instalaba NFCs a los visitantes.
Parece que el futuro con implantes no está tan lejos como pensábamos.
Saludos
La Vanguardia.