Existe una España más lenta, por lo menos en cuanto a conexión a internet se refiere. Según un nuevo estudio encargado por la empresa Kelisto, más de 11 millones de españoles, es decir, el 23% de la población no tienen posibilidad de tener internet de alta velocidad.
Este informe muestra que aunque las operadoras cobran las mismas tarifas para zonas urbanas y rurales, los números apuntan que es muy difícil que es las localidades más pequeñas la veleocidades altas lleguen.
Kelisto señala que en cuanto a internet se refiere se sigue marcando de forma clara la categoría de rural y urbano. En esta última es dónde los ciudadanos pueden gozar de intert rapido. Se entiende que en las ciudades hay más demanda y se encuentran núcleos empresariales que demandan meyor conectividad. La zonas rurales o más despobladas suelen ser menos atractivas desde el punto de vista económico, señalan.
Desde Kelisto recuerdan que antes, el internet era más costoso en zonas rurales por la dificultad ténica de llevar la tecnología, pero ahora la división no existe y las operadoras consultadas por el comparador apuntan que no hay precios para el campo o la ciudad. La división llega en la velocidad.
Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, las zonas con menos de 10.000 habitantes son consideradas como medio rural, según la Ley Desarrollo Sostenible Medio Rural. Segúnlas cifras de Kelisto, casi once millones de españoles hacen vida en este tipo de municipios y no disfrutan de internet a altas velocidades.
Esto habría que ser mejorado si se quieren cumplir los objetivos de la Agenda Digital 2020 propuesta por la Unión Europea. Según esta agenda, para el año 2020 todos los ciudadanos europeos deberían poder acceder a una oferta de internet de un mínimo de 30Mbps
La velocidad final que llega al usuario no siempre es la contratada. Las operadoras muchas veces incluyen en sus contratos una cláusla de velocidad mínima, pero muchas veces los megabits por segundo contrados no se obtienen debido a varios factores. Muchas operadores coinciden que la calidad del servicio depende de lo cerca o lo lejos que esté el usuario de la central. Las operadores tienen una cobertura más amplia en cuanto a ADSL, la fibra óptica ya es otro problema.
Por ejemplo, Ono, una de las empresas claves en fibra óptica señala en el informe que no «ofrece conexión a Internet en zonas rurales», por ahora sólo prestan servicio en los principales núcleos urbanos. De hecho, el servicio tampoco llega a todos los hogares de zonas urbanas. El despliegue de fibra es más costoso que el de ADSL porque requiere nueva infraestrutura.
Esta división también se ha mostrado en el internet móvil. La última red móvil, LTE o 4G sólo está presente en las grandes ciudades españolas.