cincodias."No debemos arriesgarnos a un nuevo fracaso", afirmó ayer el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, en relación con la posibilidad de retomar en breve el diálogo social tripartito. En su opinión, hará falta "suficiente trabajo de cocina" previo antes de que sindicatos, patronal y Gobierno vuelvan a sentarse a una mesa de la que salieron escaldados el pasado mes de julio. Antes de entrar en materia, sin embargo, las centrales han reclamado a los empresarios que desbloqueen los convenios colectivos de 2009. Algo que, según Toxo, se está solucionando desde la firma del compromiso de actuación conjunto, con la excepción de "algunos sectores que presentan una resistencia fuerte". Se refiere, principalmente, a los acuerdos de la construcción y el metal de Andalucía, que se encuentran encallados.
Cumplido ese requisito, los agentes sociales tratarán el pacto de moderación salarial plurianual que CC OO y UGT han planteado a la CEOE. La agenda marcada por unos y por otros indica que las reuniones deberían comenzar antes de Navidad. "Sería deseable retomar el diálogo social tripartito paralelamente", señaló el líder sindical.
Nueva secretaría general
Lo harán, no obstante, con la cautela que les aconseja el reciente fracaso. El reto, además, ha crecido dado que la reforma laboral de la discordia -que sindicatos y Gobierno rechazaban y la patronal ansiaba- se afrontará finalmente en el diálogo social, según anunció recientemente el presidente del Gobierno.
Para que la negociación llegue a buen puerto, Toxo reclamó al Gobierno más coherencia en la interlocución. "La Moncloa debe ser el último escalón", aseveró, reclamando que se le otorgue una "mayor autoridad" a los representantes del Ministerio de Trabajo que en la anterior ronda de la concertación. El departamento que dirige Celestino Corbacho creó el viernes una secretaría general específica para el diálogo social.
Al frente de ella se encontrará Alfonso Morón, árbitro y mediador de convenios del SIMA. Desde CC OO, que no fue informada de este movimiento, reclamaron que Morón tenga "poderes especiales" suficientes para coordinarse con los secretarios de Estado a los que afecten las negociaciones y para acudir con voz propia a la mesa del pacto social.