Diversos analistas y expertos en seguridad han estado investigando durante un tiempo cuáles son las actividades y filtraciones de datos más comunes que se pueden encontrar en la Dark Web, acciones que suelen implicar y perjudicar tanto a empresas como a usuarios finales.
Y es que a pesar del aumento de los presupuestos para todo lo relacionado con la seguridad y la defensa para proteger nuestra información privada y sensible, los ataques y robos de datos se siguen produciendo de manera más habitual de la que sería deseable. Además, las empresas pierden grandes cantidades de dinero por estos robos de registros, información con la que se suele negociar en la mencionada Dark Web.
Por tanto se podría decir que a pesar de todos los esfuerzos, tanto personales como económicos, los ataques y la exposición de datos es inevitable, tanto para las grandes firmas, como para los usuarios de a pie. De este modo merece la pena mencionar que entre otras cosas, en la Dark Web se suele negociar mucho, en primer lugar con información personal de todo tipo, ya sean datos financieros como técnicos, todo ello con intenciones maliciosas, claro está.
Datos privados que se pueden encontrar en la Dark Web
Aquí entran en juego datos de tarjetas de crédito, información que de algún modo ha sido robada a miles de usuarios en todo el mundo y de manera constante. Al mismo tiempo en esta parte oscura de Internet, podemos encontrar guías para la apertura de cuentas fraudulentas, todo ello con el fin de explotar o defraudar empresas, por ejemplo. Así los atacantes aprenden a aprovechar los sistemas y procesos de una compañía en beneficio propio.
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Otro de los tipos de datos más deseados es el código fuente de todo tipo de programas y plataformas, lo que permite robar la propiedad intelectual de este, o a los hackers, para revisar este código y detectar posibles vulnerabilidades que puedan ser explotadas. Asimismo también podemos encontrar enormes bases de datos de diversa índole que son de gran ayuda para los ciberdelincuentes a la hora de extraer de las mismas todo tipo de credenciales para, por ejemplo, llevar a cabo ataques de phishing posteriores.
Para terminar, también merece la pena destacar los datos que se comercializan en la Dark Web que permiten a los futuros estafadores hacerse pasar por clientes de instituciones financieras, compañías de telecomunicaciones, y otros proveedores de servicios, todo para solicitar préstamos, abrir cuentas en bancos, o como parte de un esquema más amplio de robo de identidad o fraude.