Entrevista a NADAL tras el Roland Garros

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  Ángel Rigueira - 10/06/2008 03:00 Rafa Nadal atiende a MD en Roland Garros. No puede disimular el cansancio de una dura temporada, pero los éxitos se suceden, su juego mejora, y eso lo mantiene en pie. Vive al día, ha ganado su cuarto Roland Garros pero ya está pensando en la hierba de Wimbledon.

¿Le queda tiempo para celebrarlo?

No mucho, me gustaría hacerlo más pero tal como está planteado el tenis los torneos se suceden. Ya viene Queen's y Wimbledon. En el fútbol ganas la Champions y tienes todo el verano para disfrutarlo. Nosotros en cambio en dos semanas tenemos otro gran torneo.

¿Es consciente de que está haciendo partidos memorables y marcando logros para la historia?

Consciente, sí. Pero resulta que un día haces un partidazo en un torneo, pero de nada te sirve si después pierdes la final. En el tenis no hay tiempo para disfrutar. El lunes siguiente vuelves a tener máxima presión y tensión en otro torneo. Aunque también tiene la ventaja de que si has fallado, a la semana siguiente dispones de una nueva oportunidad. Sé que de los títulos y de ciertos partidos, como la final del año pasado en Wimbledon, la semifinal ante Djokovic en Hamburgo esta temporda o las finales de Roma frente a Coria (2005) y Federer (2006), quedará un buen recuerdo. Pero yo ahora tengo que vivir partido a partido, centrarme en lo que toca.

¿No se cansa de un un año tan exigente?

Es difícil estar al cien por cien todas las semanas. Han hecho un calendario mortal, especialmente para los jugadores de tierra, para los europeos. Pero como no hay más solución, sólo queda aguantar lo que puedes. Cuando el cuerpo o la cabeza diga basta, habrá sido así. Esperemos que no pase.

¿Qué provoca que no baje la guardia?

La ilusión por ganar y conseguir los objetivos, por mejorar. Es lo que realmente puede hacer que siga rindiendo. Cuando se acabe esta ilusión, esta locura por ganar, se habrá terminado todo. Esun deporte muy duro, nadie se acuerda ya que con 16 años estaba en el top-100 y tengo 22. Llevo seis arriba.

¿Quién es el modelo, Agassi, que se retiró con 36, o Henin, que lo acaba de dejar a los 26?

El tenis es un deporte muy duro, y en el femenino todavía. Sí, soy joven como persona, pero como tenista no me puedo sentir tan joven. No soy un veterano, ni mucho menos, pero tampoco novato. Creo que aguantaré seis años más así sí se puede, aunque no tienes que pensar en estas cosas, cuando más tarde llegue el momento mejor. Jugar por sufrir me gusta, pero sufrir con ilusión de objetivos.

¿Teme estar dejándose muchas cosas de la otra vida, la que no compete al deporte?

Vivo lo que puedo. Ahora mismo hago lo que quiero porque me gusta mucho el tenis, especialmente la competición. Pero no me obsesiona el tenis. Si un día me levanto y no tengo ilusión por ser mejor, ganar, conseguir títulos, seguir adelante, lo dejaré. No seguiré por dinero o porque tenga miedo a emprender otro tipo de vida.

Hablando de dinero, ¿sabe cuánto lleva en el bolsillo?

No, como tampoco tengo ni idea de los asuntos de dinero. Las cosas me han ido muy bien, si me gusta algo sé que lo puedo tener. Si un día quiero ir a un restaurante, voy. Lo que no haré por eso es comprarme cinco o seis coches. Soy feliz con lo que tengo, no necesito grandes caprichos.

¿Qué película recomendaría?

Ahora mismo no sé. Al cine no tengo tiempo de ir, pero sí me gusta mirar películas en la habitación para desconectar. Siempre me llevo algunos DVD en los viajes.

¿Algún libro?

Estoy leyendo uno que me recomendó Carlos (Costa, su mánager), 'El niño con el pijama de rayas'. Me está gustando, pero aún no he podido acabarlo.

Se le ve muchas veces con auriculares escuchando música.

Es una parte importante en las esperas en el vestuario. Me gusta todo tipo de música. Ningún estilo en particular, escucho igual música de los años 70 u 80 que música comercial que acaba de salir o clásica.

Mi hijo de 9 años ya me gana a la Play. ¿Algún consejo de experto?

Difícil ganar a los niños, cuando empiezas de pequeño tienes más facilidad con la videoconsola. Pero yo tampoco soy un gran aficionado a esto. Me gusta, pero en casa no la enchufo porque tengo otras cosas que hacer. Si juego a la Play en los torneos es por el ambiente que se crea. Nunca juego solo, siempre con gente, con Nalbandian, Almagro, Ferrer, Moyà. Lo que me gusta es el ambiente que se crea entre amigos.

En una encuesta reciente, la mayoría de los aficionados al fútbol se decantaba antes por un buen partido que por el sexo. A usted, que le encanta el balón, ¿qué le parece?

Me parece bien. Es una opinión respetable y la entiendo perfectamente. El sexo es importante en la vida pero también hay otras cosas.

Uno se lo imagina tumbado en la playa en cuanto tenga vacaciones.

No, no, a mí me gusta no parar. Puedo estar tirado en el sofá de casa un día, pero después prefiero ir a pescar, salir con los amigos y ojalá pudiera jugar más a fútbol porque me encanta. En vacaciones no me quedaré tirado en un sofá o en una hamaca tumbado al sol, hay muchas cosas que hacer y que normalmente no puedo hacer.

Siempre de viaje, cuando vuelve a casa debe ser una fiesta.

En los últimos cuatro meses habré estado poco más de seis días en casa y casi siempre me suelo marchar al viernes siguiente. Entre semana mis amigos trabajan, así que como mucho puedo quedar a comer con ellos. Aprovecho para estar con la familia.

¿Le preocupa ser centro de atención, ser seguido por paparazzi?

Ningún problema. No hago nada que no haría si no fuese tenista. Mi vida no ha cambiado, sobre todo en Mallorca.

¿Es duro hacer la maleta?

El día antes de venir a París estaba hecho polvo en el sofá de casa, triste. Me han matado. Pero una vez estás aquí tienes ganas de competir. Además, tienes mucho a ganar y nada que perder, ya que sabes que no te irás con menos de lo que tienes. Todo es además más fácil porque, gracias a Dios, tengo buena relación con casi todo el mundo, los jugadores españoles, los argentinos...

¿Se imaginaba todo lo que implica el tenis partidos aparte?

Lo vas viendo cuando estás, no te das cuenta hasta que lo vives. Intento llevarlo bien