Ganar Tango Salón aquí es como que en Colombia nos ganaran en salsa o ballenato

Se llaman Diego Julián Benavidez Hernández y Natasha Agudelo Arboleda y son pareja en el baile y en la vida.

Fueron los grandes ganadores de la categoría Tango Salón del Campeonato Mundial de Baile y se hicieron acreedores a un premio de $30.000

Tras quedarse con la categoría de Tango Salón en el Mundial de Tango, Diego Julián Benavidez Hernández y Natasha Agudelo visitaron Canal 26 para hablar del gran logro conseguido este 2011.

“Todavía no despertamos, no aterrizamos... es algo tan grande, tan fuerte, es una emoción”, dijo Diego. Natasha agregó: “Todavía no se puede creer”.

La colombiana contó que “hace 15 años que bailamos y este año bailamos juntos... somos esposos, tenemos dos hijos, de 4 años y medio y dos años... ya bailan tango”.

“Yo empecé desde pequeña a bailar tango, lo vi bailar”, destacó mientras su esposo contó que en su caso, “hacía la licenciatura en arte teatrol y en una escuela necesitaban alguien para bailar tango, ahí empezó esa aficción que es un sentimiento. Soy muy nostálgico”.

Tras la obtención del trofeo, la pareja viajará a París para participar el domingo 4 de septiembre de la Milonga que se realizará frente a la Torre Eiffel a modo de apertura de las actividades de artistas argentinos.

“Independientemente de ser colombianos, somos representantes del tango y la posibilidad de viajar es para seguir representando el tango”, dijo Diego Julián.

En Colombia se difunde “muy poco”, pero hay una “comunidad tanguera” en su país, según destaca el bailarín. “Nos han llamado mucho de Colombia, hay una emoción muy grande por esto”, destacó sobre el Mundial de Tango.

“Ganar en Salón en Buenos Aires es como que a nosotros en Colombia nos ganaran en salsa o ballenato porque es lo autóctono, lo nuestro”, sentenció Benavidez Hernández.

Ambos se declararon “fanáticos” del tango y poner esta música en su casa, donde bailan hasta sus hijos y donde les sirve para “renovarse” en el género.

“Abracense y bailen con el corazón... dejen que la música los lleve”, aconseja Diego Julián en Canal 26.

Este mundial se caracterizó por el nivel de excelencia de las 40 parejas finalistas, tanto fue así que el jurado tuvo que desempatar entre la pareja ganadora y la integrada por John Erban y Clarissa Sánchez, de Venezuela, quienes fueron subcampeones.

El Ministro Lombardi se expresaba satisfecho: “Estamos realmente muy contentos. Yo descontaba la masividad, porque el tango, que ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad, tiene un gran predicamento en todo el mundo, pero lo que me emociona, además de que hayamos tenido hasta ahora más de 400.000 personas que asistieron a este festival y mundial, es la calidad de las parejas concursantes. Incluso es para nosotros un orgullo que la pareja ganadora sea de Colombia y los subcampeones sean venezolanos, porque esto, sumado a la cantidad de parejas de países como Italia, Corea del Sur entre tantos otros, nos habla de la influencia del tango en el mundo, donde se proyecta a partir de expresar nuestra identidad porteña.”

Desde el inicio de la Competencia, 492 parejas de 26 países disputaron un lugar en las Finales del Campeonato, en el mítico Luna Park y con una programación artística de excelencia.

El martes 30 de agosto, 20 parejas competirán desde las 19 por el título mundial del Campeonato de Baile en la categoría Tango Escenario.

En la noche de cierre del Mundial de Baile se suma, a la emoción de la competencia, un exquisito programa de música y danza. El artista popular Jairo interpretará obras de Carlos Gardel acompañado por el cuarteto del violinista Pablo Agri y por Leonardo Sánchez en guitarra. Posteriormente se presentará la compañía Tangokinesis, dirigida por la coreógrafa Ana María Stekelman, homenajeada en esta edición por su trayectoria.

La edición 2011 de Tango Buenos Aires Festival y Mundial contó con la participación de más de 500 artistas y hubo 150 espectáculos, clases, conferencias, actividades gratuitas y las grandes finales de tango salón y tango escenario en el Luna Park.