Modelos de horno de Edgardo Gigena
HAY VARIOS TIPOS DE HORNO
HORNO CRIOLLO
Hay varios tipos de hornos. Pero uno de los mas utilizados es el horno criollo o tatacúa (vocablo guaraní que significa cueva de fuego) que tiene forma de casquete semiesférico y se construye con ladrillos comunes sobre una base de 0,80 m. de altura bajo la cual queda el lugar suficiente para almacenar la leña.
El diámetro interior depende del uso previsto pero generalmente es de 1,00 m. y el radio es constante en todas las hiladas. Esto se logra marcando el centro de la losa y utilizando una vara con la longitud del radio deseado (en este caso 0,50 m) la cual materializará el casquete esférico.
La primer hilada se hace completando todo el círculo. Esto servirá para contener una base de sal gruesa de aproximadamente 5 cm. de espesor para incrementar la inercia térmica del horno (se conserva más el calor) . Sobre esta capa, formando el piso, irán asentados en barro ladrillos puestos de plano.
Las restantes hiladas se harán incompletas a fin de dejar el espacio para alojar la puerta (de aproximadamente 0,40/0,50 cm. de ancho), y seguirán la trayectoria del radio.
Al igual que la primera hilada se asentarán con una mezcla ligante de tierra, paja y bosta de caballo (opcional) lo cual mezclado con agua se deja reposar 24 horas, revolviendo en lo posible. Algunos le agregan cal apagada. No conviene el uso de cemento por su escasa capacidad de dilatación.
También y esto es ideal, si se dispone de alguna fábrica ladrillera en las cercanías, se compran los ladrillos crudos y un tacho con el barro con que se fabrican (mezcla ligante), con lo cual se obtiene una pieza monolítica del mismo material.
En el punto opuesto a la puerta se dejará una ventilación mediante tubo de fundición de 10 cm. de diametro al efecto de permitir la combustión de la leña dentro del horno. Esta ventilación se taponará una vez alcanzada la temperatura deseada. El tapón puede ser una bola hecha con el barro, un pedazo de ladrillo u otro material incombustible.
Una vez concluída la mampostería se la recubre con una capa de barro de aproximadamente 5 cm. de espesor, la que como en general está expuesta a la intemperie, una vez seca, se deberá proteger con varias capas de encalado (lechada de cal).
Para la puesta en marcha, hay que calentar el horno de a poco y en dos o tres días, a fin de evitar cambios térmicos bruscos y permitir la evaporación del agua contenida en la mezcla ligante. Esto se conoce acá como curado del horno y es el encargado de evitar fracturas del mismo.
En general conviene usar leña que brinde mucha llama.
La temperatura para empezar la cocción lo da la experiencia en el uso (postergar las inauguraciones con público por las dudas) pero es buena práctica introducir en el horno una hoja de papel: si ésta se prende fuego está demasiado caliente por lo que deberá ventilarse un poco. El punto justo es cuando el papel se pone tostado sin prenderse fuego. Ha llegado el momento de retirar las brasas e introducir los manjares!
La figura que sigue les va a ilustrar la forma constructiva.