Auto tuning

Peugeot presentará en el salón de Fráncfort el prototipo HX1. Se trata de un coche de exhibición que anticipa un futuro modelo de la marca francesa, que estaría situado por encima del 50
Y decimos que es futuro modelo de la marca francesa puesto que Peugeot en los últimos años no ha dado puntada sin hilo y todos los prototipos que ha presentado finalmente se han convertido en coches de producción.

Este es el caso, por ejemplo, del 5 by Peugeot, que dejaba entrever el actual 508, o bien del HR1, que anticipa el futuro todocamino urbano de pequeñas dimensiones.

Por ello, aunque la firma del león no ha confirmado todavía su nombre definitivo, este nuevo prototipo podría anticipar el futuro 608, un turismo que, de confirmarse, podríamos verlo en el salón de Ginebra de marzo de 2012 y estaría a la venta después del verano del próximo año.

Todo esto ha permitido que el nuevo Peugeot HX1 presente un coeficiente aerodinámico Cx de 0,28, un coeficiente muy similar al logrado por el 508 -Cx de 0,27-.


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No obstante, lo más llamativo de este nuevo coche conceptual es que el habitáculo presenta una elevada modularidad. En concreto, Peugeot anuncia que el HX1 es un 4+2.

A ello se suma que las cuatro puertas presentan una apertura invertida, lo que facilita la entrada al habitáculo.
En cuanto al motor, este prototipo incorpora la última innovación de la firma francesa en cuestión de sistemas de propulsión.

En concreto, estamos hablando de la tecnología Hybrid4, compuesta por un motor 2.2 HDI de gasóleo situado en posición delantera y un generador eléctrico en el eje posterior que, entre ambos, generan un total de 299 caballos de potencia.

Con ello, este sistema permite al HX1 que funcione en modo eléctrico puro, con una autonomía de 30 kilómetros, o bien como si fuera un vehículo de tracción total. Además, el consumo es muy bajo. En concreto, Peugeot anuncia que este prototipo presenta un gasto de 3,2 litros y unas emisiones de 83 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.

Hacer que un utilitario, o un diésel, anden mucho y gasten poco es de agradecer pero, como reto tecnológico no es para tirar cohetes. Lograr eso mismo en un aparato propulsado por varios centenares de caballos ya es harina de otro costal. Y eso es lo que ha hecho Mercedes sobre la nueva versión AMG del convertible SLK, el más pequeño de sus descapotables.
Escalado hasta los 422 caballos de potencia (por los 354 y 360 de las generaciones previas) el SLK 55 AMG que se pondrá a la venta a comienzos del año próximo, por un precio básico de 72.590 euros en Alemania, recurre a un enorme corazón mecánico. Se trata de un bloque V8 casi idéntico al que llevan otros AMG sobre las Clase E o CL, pero aquí todo el poderío se alcanza a base de cilindrada (son 5,5 litros) pues se prescinde del doble turbo que montan los otros.

Dónde está el truco? Aparte de ser más ligero que el BMW, la clave reside en una tecnología heredada de la Fórmula 1. Se trata de la desconexión parcial de varios cilindros (los números 2, 3, 5 y cuando el motor trabaja con poca carga (entre 800 y 3.600 vueltas) y siempre que se haya seleccionado el modo más económico del cambio de marchas. El modo de funcionamiento es mostrado al conductor, y el paso entre cuatro y ocho cilindros se realiza de forma imperceptible. EL coche siempre arranca con todos los cilindros funcionando.

A esto hay que añadir que el SLK 55 AMG también cuenta con sistema de recuperación de la energía en frenada y deceleración (ahorra 0,15 litros de media), más otro de arranque y parada automáticos. Este último puede desconectarse a voluntad, funciona también cuando se desactivan los cilindros, pero nunca cuando el conductor ha seleccionado los modos S (Sport) o M (Manual) del cambio, que es una caja automática de doble embrague con siete relaciones y transmite la potencia a las ruedas traseras.