Mercedes dio un giro de 180 grados con la nueva generación del Clase A, que dejó su arquitectura tipo sandwich y su formato monovolumen para ahondar en un concepto mucho más estético y dinámico, en la línea de los BMW Serie 1, Audi A3 y Volvo V40.
Además, frente a la única carrocería que había anteriormente (aunque fuese de tres o cinco puertas), en el futuro esa plataforma dará lugar a modelos inéditos entre los que estarán, seguro, un pequeño todocamino y el CLA, algo así como un CLS en miniatura.
Pero mientras esos desarrollos llegan a las calles, al actual Clase A ya le cabe un importante honor: se convertirá, desde febrero, en el Mercedes que menos combustible gasta de toda la Historia. Y ello gracias a la llegada de la nueva versión 180CDI BlueEFFICIENCY Edition animada por un propulsor de gasóleo de 109 caballos de potencia para la que se ha homologado un consumo medio de 3,6 litros cada 100 kilómetros, equivalentes a unas emisiones de CO2 de sólo 92 gr/km.
Ese resultado supone una reducción del gasto de 0,2 litros respecto a la versión convencional, o un 5%, que se consiguen con las típicas estrategias de estos automóviles. Sobre todo, la mejora aerodinámica que ha permitido bajar el coeficiente Cx de 0,27 (lo que ya era récord del segmento) a 0,26. Para ello, se ha clausurado en parte la rejilla del radiador, los bajos están carenados en la parte trasera y se monta una suspensión que reduce la altura de la carrocería en 15 mm.
En otro orden de cosas, hay desarrollos más largos del cambio (que es de seis marchas) y gestión del alternador optimizada. Aunque también hay que reconocer que gran parte del mérito se lo debe a... Renault, ya que el bloque diésel de esta versión es el 1.5 dCi (con 1.461 cc) del grupo francés.
Las primeras entregas de este coche se llevarán a cabo en marzo, cuando también lo hagan las del A180 BlueEFFICIENCY Edition de gasolina, con 122 caballos, seis marchas y un gasto medio de 5,2 litros (0,3 menos). Ambas versiones se reconocen por la luces diurnas de Led encastradas en el parachoques, siempre que el cliente no hubiese pedido las luces opcionales bi-xenón o el sistema ILS.
Mercedes ya tiene desarrollos similares sobre el Clase C y Clase E (en este caso, con el motor diésel 220 CDI) cuyo consumo medio es de 4,1 y 4,5 litros, respectivamente.