Re: FOROSPORT

Un Real Madrid arrollador: 11 victorias consecutivas



El Real Madrid mantiene una línea de resultados impecable y después de su triunfo en Mestalla contra el Valencia acumula once victorias consecutivas, ocho en Liga y tres en Liga de Campeones. La fiabilidad del Madrid es tan alta en el Santiago Bernabéu, donde ha ganado seis de esos choques, como lejos de su estadio, donde sumó cinco triunfos.
Su última derrota se produjo contra el Levante (1-0), el 18 de septiembre, un tropiezo que encadenó con otro tres días después en Santander ante el Racing (0-0). Desde entonces, el Madrid cuenta sus compromisos por triunfos.
En esta racha de victorias, el Madrid acumula 41 goles a favor (3, 72 por partido) y seis en contra (0,54 por encuentro).
Empezó la racha goleando 6-2 al Rayo Vallecano, siguió con un 3-0 al Ajax en Liga de Campeones y se sucedieron a continuación goleadas, con escasos momentos de duda y sufrimiento, como el vivido en Anoeta, donde sólo pudo ganar 0-1 a la Real Sociedad, o el último 2-3 en Mestalla.
Entre el Rayo y el Valencia sucumbieron al poderío y a la inspiración del Madrid en Liga el Espanyol (0-4), Betis (4-1), Málaga (0-4), Villarreal (3-0), Real Sociedad (0-1) y Osasuna (7-1). En Liga de Campeones, el Olympique de Lyon no tuvo ninguna opción en sus dos enfrentamientos contra el Madrid. Salieron goleados del Bernabéu (4-0) y perdieron también en Gerland (2-0), en lo que fue la primera victoria del Madrid en el campo francés.
La racha puede ampliarse el próximo martes en Liga de Campeones contra el Dinamo de Zagreb en el Bernabéu. En la primera vuelta ya ganó el Madrid por 0-1.

Una sesión de baño y masaje

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Regresó el Barcelona al día a día de la competición doméstica de la mejor manera posible. Ni en los mejores sueños del cuerpo técnico blaugrana se podía programar un partido más plácido que el de ayer en el Camp Nou. Ante un Zaragoza romo, inerte y sumiso, el equipo blaugrana se otorgó un entrenamiento ante un conjunto que nunca amenazó a los barcelonistas. En resumen, el Barça liquidó su sesión de baño y masaje con un 4-0 logrado casi por inercia y superó el obstáculo del virus FIFA de la mejor manera posible.
Dio la sensación ayer en Barcelona que el partido era un trámite que se resumía en lo siguiente: el Zaragoza nunca se creyó un hipotético triunfo y el Barça daba por descontados los tres puntos en juego. En otras palabras. El Zaragoza no quería salir goleado mientras que el Barça seguía ejerciendo la dictadura que acostumbra a imponer como local. En este sentido, es destacable reseñar que los de Guardiola llevan 30 goles a favor en el Camp Nou en Liga, mientras que Valdés sigue sin saber lo que es encajar un tanto como local.
De hecho, en la actuación de los dos porteros podría resumirse el partido. Valdés tuvo poco trabajo, mientras que Roberto, a pesar de encajar cuatro goles, fue el mejor de su equipo evitando una dolorosa goleada. No obstante, Roberto fue muy poco argumento para defender el fuerte. Nada debe reprocharse al meta, que hizo lo que pudo y más, pero los de Aguirre dieron la sensación de buscar más la derrota digna que la sorpresa.
Centrales goleadores.
Con el Barcelona adueñándose del balón y el Zaragoza rezando para que Roberto hiciera de Varas y fuera el héroe de la noche, el partido pasó a jugarse en el terreno de los errores. Y en ese tablero, el Zaragoza tiene un grave problema. Los de Aguirre son un coladero en las jugadas a balón parado, y el Barça, que no es que sea un dechado en la estrategia, se aprovechó de ello. Piqué puso en ventaja al Barça al rematar a los 18 minutos una falta lateral sacada por Xavi. El central catalán le ganó la acción a su marcador en una acción que remitió a la de un profesional ante un cadete. Las esperanzas del Zaragoza de lograr algo en el Camp Nou se evaporaron en ese momento. A partir de entonces, el desenlace final del partido estaba exclusivamente en manos de los de Guardiola.
Messi, que jugó los 90 minutos sin acordarse para nada de su esfuerzo con la selección, archivó el encuentro con su gol antes del descanso. La segunda parte era, por consiguiente, un trámite en el que se pasaban a dirimir cuestiones referidas al rendimiento individual, porque el resultado del partido estaba ya más que cantado.
Puyol, que no entiende de partidos plácidos ni de relajación, marcó el 3-0 en un alarde de pundonor. Curiosamente, el día que Puyol y Piqué volvían a formar el eje de la zaga culé, ambos vieron puerta, cosa que no pasaba desde el 2-6 en el Bernabéu. A partir de ese momento, el duelo se le hizo muy largo al Zaragoza. Roberto siguió manteniendo el tipo, pero no pudo evitar que Villa, que salió desde el banquillo, marcara de cabeza el 4-0 que liquidaba un partido más que amable.

Valero, presidente



El duelo de las urgencias se lo llevó el Villarreal gracias a un magnífico Borja Valero que ayer, en la jornada de reflexión, convenció a todos de que con la ristra de lesionados hoy en día es el mejor 'presidente' dentro del campo para este Villarreal. Pero fue el Betis el que se adueñó del choque gracias a que fue fiel a su estilo de toque, incluso le quitó el balón al Submarino, algo que pocos equipos han logrado, pero le faltó esa pegada que sirviera para inquietar a los amarillos. En cambio el Submarino le dio el campo al rival, protegió su portería y esperó a que alguien arriba resolviera el choque. Fue ahí donde encontró a un inspirado Borja Valero.
La jornada preelectoral en El Madrigal sirvió para que el Betis tuviera su particular jornada de reflexión porque el conjunto de Mel sigue jugando mejor que sus rivales, pero sólo ha logrado un punto de los últimos 24 en juego (iguala su peor racha en Primera desde 1965) y necesita meditar y proyectar una imagen retrospectiva de su fútbol porque todo lo que hace, antes sí que funcionaba, pero ahora no lo hace. Los béticos siguen mimando al fútbol, pero necesitan detenerse y pensar porque a esto se gana marcando goles y con el rosco de ayer también superó su peor racha de ineficacia en Primera (suma 472').
En cambio al Submarino el partido le sirvió para tener su particular jornada de inflexión porque la victoria es de esas que llenan el zurrón para atravesar el duro invierno que se avecina con tres salidas seguidas a Munich, Málaga y Santander. Garrido enseñó a España que con ocho canteranos (tres más esperaban en el banquillo) también se gana, aunque ello conlleve cambiar un estilo de toque que con Rossi, Nilmar o Cani tiene sentido, pero sin ellos es pegarse un tiro en el pie. El técnico valenciano prefirió cerrar su portería porque el partido tenía cariz de final y el Villarreal consiguió frenar esa sangría de goles en contra. Tras 19 meses logró enlazar tres jornadas seguidas sin recibir goles.
Pero fue el Betis el que manejó el partido. En la primera parte maniató al Submarino y en la segunda, cuando parecía que decaía esa dictadura sobre el balón, Mel avivó las ascuas con la salida de Jefferson. Pero fue un dominio estéril porque toda esa superioridad se escurrió entre los dedos cuando llegaba al área de Diego López. Y como los de Garrido vivieron ayer de los errores del rival, el gol no podía llegar de otra manera: Beñat falló un pase en la medular y la contra la finalizó Valero para hacer un gol de bandera al superar por alto a Casto.
Aunque quien pensara que ese gol podría dañar el ímpetu de los de Mel, pues se equivocó, ya que siguieron buscando un tanto que hubiera hecho justicia a lo visto. Pero ni Iriney, ni Beñat ni Molina fueron capaces de acertar. Los tres mejores fueron Casto que resolvió su trabajo, Nacho que fue un obús y Cañas que aguantó al equipo siendo una bisagra en defensa y ataque, pero los de adelante ayer siguieron sin acompañar. Por cierto, Pozuelo dejó detalles, pero cuando se echó la mano a su rodilla a todo Heliopolis le vino la imagen de Vadillo. Pero se quedó en un susto.

"Si celebramos somos arrogantes, y si no, también"



"El Valencia debía sentirse halagado con nuestras celebraciones. No se festeja así en un partido normal y ante un adversario normal. Se celebran así las grandes victorias, las sufridas. Y el Valencia tiene equipo para ser campeón", dijo José Mourinho en la rueda de prensa previa al partido frente al Dinamo de Zagreb, cuarto de la liguilla de la Champions.
"Conforme transcurría el partido, sentíamos que era más difícil. Pero los críticos dicen que si no celebramos los goles somos arrogantes y que si lo hacemos, también lo somos. Quien jugó al fútbol o está en él sabe que la victoria está en el carácter y sufrimiento de los jugadores. Algunos lo jugaron cansados desde el primer minuto. Celebrar no es ofender", añadió. Y, de manera implícita, consideró que no fue penalti la jugada final, con el despeje de Higuaín: "No hay valoración. Es claro. Yo no tengo dudas".
Preguntado sobre los titulares de 'robo' que aparecieron al día siguiente en la prensa de Valencia tras la polémica jugada de Higuaín, Mourinho dijo: "Si hablamos de prensa: su principio es la justicia y la verdad. Pero no hablemos de prensa cuando no lo es".
Y para cerrar todo lo referente al partido del sábado ante el Valencia, Mourinho defendió su concepto del trivote: "No sé si la palabra trivote refleja cómo juega el equipo. No hablo del último cuarto de hora en que no podíamos ni salir. Con los tres que salieron al principio, el equipo fue muy ofensivo, presionó muy arriba. Khedira y Lass llegaron a posiciones de gol. A Sami, incluso, le anularon un gol. Trivote tiene una connotación defensiva y el nuestro ofreció una gran presión".
Sobre el equipo que puede salir mañana ante el Dinamo de Zagreb, Mourinho no quiso dar el once pero sí dio pistas. Sahin apunta a titular, y Lass también: "Es un titular. Hace de todo: lateral, centrocampista posicional, volante ofensivo... Con carácter... Mañana juega", dijo sobre el francés. Y anticipó que habrá más cambios: "No es un partido de riesgo porque estamos clasificados, pero en Zagreb pusimos nuestro mejor equipo y sólo ganamos 0-1. Haré cambios porque tengo jugadores muy cansados, no porque el adversario sea fácil".
"Somos líderes de grupo con doce puntos, con cuatro victorias y queremos ser primeros de grupo. Eso es lo que está en nuestra cabeza. El año pasado también sentía que éramos favoritos y ya vimos lo que pasó en semifinales. Nos falta un punto para no depender de nadie. No sabemos si ser primeros nos ayudará, pero nos da algo de ventaja. Queremos ese punto mañana jugando para ganar y haciendo disfrutar a la gente. En Valencia no hubo gran belleza, pero fue un partido fantástico", afirmó.
Sobre lesionados y tocados
Mourinho quiso desmentir los supuestos problemas anímicos de Carvalho y dijo que con Kaká prefiere no arriesgar a pesar de que ya está casi recuperado: "Carvalho está anímicamente bien. Esa historia es fea, porque no tiene nada de verdad ni de positivo. Simplemente está lesionado y no puede jugar. Espero que a partir del jueves se entrene y que para la semana siguiente esté. Kaká se encuentra muy bien. Todavía tiene algo, pero la lesión está superada. No queremos que vuelva hasta que esté al cien por cien".
El regreso de Carvalho podría desplazar de nuevo a Ramos al lateral, según dijo hoy: "Özil es un 10 y jugó de banda derecha, depende de las circunstancias. Si hay muchos centrales aptos, será lateral, pero todos sabemos que lo ha hecho fenomenal como central". Sobre Di María, dijo que estaba mejor pero que no sabía si podría llegar para el sábado

Callejón: firmó en Motril y se entrenó en Madrid



Callejón vivió una odisea tras el partido de Mestalla. Pasó dos horas en Motril, a la que llegó en coche desde Valencia a las seis de la mañana, y luego se fue a todo trapo al aeropuerto para estar a tiempo en el entrenamiento matutino en Valdebebas.
A medianoche del sábado, un coche esperaba a Callejón en la puerta de Mestalla para poner rumbo a Motril donde debía presentarse a las ocho de la mañana en un colegio electoral como suplente del presidente de la mesa. Seis horas de un viaje nada cómodo, soportando el sueño y el cansancio y sorteando en muchos momentos una copiosa lluvia que dejó en Motril hasta 40 incidencias por inundaciones en la jornada del sábado. Puntual llegó a la biblioteca municipal José López Rubio. El protocolo era sencillo: si se presentaba el presidente titular, Callejón firmaría el acta de constitución de la mesa y se marcharía en un santiamén. Sergio Peritacho, un joven estudiante, también se personó con la puntualidad exigida y aniquiló cualquier tipo de suspense. Aliviado, el futbolista al fin estampó su firma y abandonó la biblioteca tan enfadado como llegó, dejando en el camino de regreso al coche una frase que quizá compartieron ayer otros muchos españoles: "¿Para un segundo me habéis hecho venir?". Y de ahí al aeropuerto de Granada para llegar a Madrid en vuelo regular.
Valdebebas.
Sólo llegó 15 minutos tarde a la sesión, y fue recibido con aplausos por sus compañeros. En la sesión, Carvalho fue protagonista. Parece haber superado sus problemas de lumbalgia y se entrenó con el grupo. Por otro lado, Di María también compareció para hacer carrera continua en solitario. Podría adelantar su regreso para antes del Barça.

Busquets: "Es un partido Milán-Barça, no Ibra-Barça"



Sergio Busquets ha comparecido hoy en rueda de prensa para valorar el partido del miércoles ante el Milán en San Siro en la que el Barça se juega el liderato de grupo en la Champions, además de admitir que probablemete estén ante el mejor Madrid de los últimos años.
Busquets admitió que "afrontamos el partido del miércoles bien, con muchas ganas. San Siro es un campo histórico e iremos a ganar desde el principio."
Sin embargo, Busquets no ha querido juzgar las declaraciones de Ibrahimovic en su biografía en las que tildaba a los futbolistas blaugranas de "colegialas". "Creo que no hay que valorar eso ahora. Jugamos contra el Milán, no sólo contra Ibra. Es un partido del Milán contra el Barça y no Ibra contra el Barça", admitió el mediocentro.
Sergio afirmó "no saber lo que pasará mañana" en relación a si saludarán o no a su excompañero Ibrahimovic. Aunque aventuró que "ya nos lo encontremos en Munich, se le saludó como cualquier persona y ya está".
Y como siempre en cualquier rueda de prensa de un jugador azulgrana apareció el eterno rival, el Real Madrid. A la pregunta de si este es el mejor Madrid de los últimos años, Sergio aseguró: "Sí, seguramente. Llevan bastante tiempo juntos, se han reforzado muy bien. Pero nosotros seguimos ganando y cuando tengamos el partido del día 10 a ver si podemos sacar algún punto".
A su vez, Busquets develó que este año el derbi del día 10 puede ser más decisivo que nunca: "Puede ser. Están muy fuertes, van a perder poco. Pero también cada partido es difícil y nunca se sabe. Todos los años han sido decisivos los duelos directos y puede ser que este año también lo sea".
Por último, el campeón del mundo defendió a su entrenador en su idea de que Messi dispute todos los partidos: "Entendemos las decisiones de Pep, es el mejor del mundo, nos aporta muchísimo. Es un portento físico, pueda jugar, y es superimportante para nosotros que juegue".

A cerrar la Champions pensando en el Bernabéu



El partido del miércoles en Milán inicia una fase de la temporada que Pep Guardiola tenía marcada en rojo en su calendario desde hace mucho tiempo. El partido de San Siro es fundamental porque en caso de sacar un resultado positivo, el conjunto barcelonista lograría cerrar su participación en la primera fase de la Champions una jornada antes del final de la liguilla.
El Barcelona viajará mañana a Milán con la idea de hacer que el partido en el Camp Nou ante el BATE Borisov sea un encuentro intrascendente que permita al conjunto de Guardiola trabajar esa semana exclusivamente con vistas al partido del sábado en el Santiago Bernabéu. Lo ideal sería reservar a todos los que deberían jugar en Madrid como ya pasó hace dos temporadas ante el Shakhtar Donetsk.
Cuando se supo el calendario, el cuerpo técnico del Barça se marcó como objetivo empezar muy fuerte la temporada para sumar los dos títulos que estaban en juego (Supercopas de España y de Europa) y luego buscar un nuevo punto de excelencia en diciembre coincidiendo con la visita al campo del Madrid y el Mundial de Clubes de Japón. El partido que marcaba el inicio de esta segunda puesta a punto es el encuentro ante el Milán.
El partido de San Siro llega después de un período de tiempo que, según ha llegado a reconocer el propio Pep Guardiola, se le ha hecho un poco largo al equipo. Explicaba el técnico catalán que mantener la motivación de los jugadores que lo han ganado todo en partidos en los que el premio inmediato no está al alcance de la mano era complicado. Ahora, la inminencia del gran duelo contra el Madrid y la posibilidad de lograr en Milán el primer puesto del grupo en la Champions parecen haber cargado de nuevo las pilas de los futbolistas.
De cara al partido del miércoles, Guardiola saldrá con un equipo que podría parecerse bastante al que saldrá en el Bernabéu exceptuando las ausencias obligadas (Alves está sancionado).
Por lo tanto, en el Barcelona se empieza a vivir ya en clave de Clásico. La cita de San Siro será el último obstáculo antes de iniciar el camino hacia Madrid. Después de jugar el encuentro del miércoles, el Barcelona tendrá que jugar sólo un partido fuera de casa (Getafe) y tres como local (Rayo, Levante y Bate) antes de verse las caras con Mou.

Bielsa firma un fútbol de autor y desmonta al Sevilla



Hay entrenadores que juegan para ganar. Otros dirigen para dejar algo más: un sello. "Estamos obligados a eso", ha dicho alguna vez Guardiola, uno de tantos que escucharon ensimismados la doctrina de Marcelo Bielsa, el entrenador que pretendió el Sevilla y que ayer firmó como entrenador del Athletic una obra maestra. Es muy posible que este Athletic no gane ningún título, pero puede dejar huella. Y eso también cuenta.
Convencido casi con fanatismo de su estilo de caos organizado que entiende el fútbol como una batalla uno contra uno, y a lomos del fantástico Muniain, un futbolista que Del Bosque debería empezar a considerar para algo más que los Juegos de Londres, el Athletic demostró gusto y jerarquía en el Sánchez Pizjuán y reventó al Sevilla, que aguantó la primera parte como un boxeador fajador, pero que terminó exhausto y entregado al fútbol de extraordinario despliegue del Athletic, que no liquidó el partido hasta el minuto 71, pero que pudo llevarse para Bilbao un resultado escandaloso después de toda una vida, 18 años, sin ganar en Sevilla. El partido desnudó la propuesta de Marcelino, menos romántica y, lo peor, menos efectiva que la de Bielsa. Los últimos 20 minutos dejaron en muy mal lugar al Sevilla, que empató con el corazón de Navas pero que terminó como un equipo roto, enfermo crónico como parece desde hace años. Y todo sonó más exagerado por esa magia única que transmite Bielsa.