Formentera (Islas Baleares). Pese a su pequeño tamaño, Formentera cuenta con inmersiones para todos los niveles. Para nivel avanzado es imprescindible la conocida como La Plataforma. Y es que a su variedad de especies se suman unos paisajes que parecen sacados de una película de ciencia-ficción, una atmósfera absolutamente irreal. Para quien aún tenga poca experiencia, El Arco y Las cuevas de Punta Rasa cumplirán ampliamente sus expectativas.
Isla Juventud (Cuba). Gran defensora de su litoral y sus aguas, Cuba ha realizado grandes esfuerzos para evitar la sobrepesca y la contaminación. Gracias a ello sus jardines de coral están en perfecto estado y la vida marina sigue su curso natural. Isla Juventud, a 100 kilómetros al suroeste de La Habana, es la mejor zona de buceo de Cuba. Se trata de una reserva marina con más de 20 años de antigüedad y 50 puntos de buceo poco profundos cargados de cuevas, grietas y cañones.
El Hierro (Islas Canarias). Esta isla, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco, presume de la vida submarina más diversa de todo el territorio español: multitud de peces tropicales, grandes peces trompeta, tamboriles, peces globo, cardúmenes de pargos negros, meros descomunales, angelotes, fusileros, rayas... En verano a veces se reciben visitas de tiburones martillo, algún tiburón gris y tiburones ballena.
Princesa Alice (Azores, Portugal). La mejor época para bucear en el archipiélago portugués va de junio a octubre, con visibilidad de hasta 60 metros y la posibilidad de avistar mantas mobula y tiburones ballena. A 50 millas de la isla de Pico se encuentra Princesa Alice, uno de los puntos de buceo más espectaculares del océano Atlántico. De aguas cristalinas, este monte submarino está repleto de fauna pelágica, una auténtica experiencia para cualquier buceador e imprescindible en la primera visita a Azores
Islas Columbretes (Castellón). La Columbrete Grande, La Ferrera, La Horadada y El Bergantín son cuatro islas volcánicas frente al Cabo de Oropesa y uno de los enclaves del Mediterráneo más recomendables para el buceo. Inmersiones inolvidables por la transparencia de sus aguas, la orografía y la vida de sus fondos, que abarca desde morenas, grandes meros, convinas y doncellas a nudibranquios, barracudas, rayas, salmonetes y, de vez en cuando, delfines.
Cabo de Palos (Murcia). El último peldaño de la cordillera Bética se hunde en el mar dando forma a un mosaico de pequeños islotes, auténticos arrecifes naturales, llenos de vida y también de restos de trágicos naufragios. Destacan históricos pecios como El Naranjito o el SS Stanfield junto con la pradera de posidonia y zonas rocosas llenas de vida: pulpos, morenas, rascacios, congrios, bicudas, corales y, en ocasiones, espectaculares especies como cetáceos, peces luna o delfines.
Cayo Caulker (Belice). Este pequeño país centroamericano bañado por las aguas turquesas del Mar Caribe cuenta con la barrera de coral más larga del Hemisferio Norte y además es uno de los lugares en los que se pueden contemplar el tiburón ballena y manatíes. De todos sus puntos de inmersión, el diminuto Cayo Caulker, a 45 minutos en taxi acuático desde Ciudad de Belice, es uno de los más recomendables.