'Ibra' a Pep: "Jugaré en la posición que tú me digas"La temporada tocaba a su fin y se acercaba el momento de que Ibrahimovic y Guardiola tuvieran una conversación civilizada. Y éste llegó antes del último partido de Liga. Pep llamó a Ibra a su despacho: "La atmósfera era muy tensa. No habíamos hablado desde que exploté", relata, "pero el tío (Guardiola) estaba nervioso. No paraba de parpadear. Entonces me dijo: 'No sé lo que quiero contigo. Es cosa tuya y de Mino (Raiola, su representante) lo que vaya a ocurrir. Quiero decir, eres Ibrahimovic, no eres un tío que juegue un partido de cada tres, ¿verdad?'. No dije nada, no hice un solo movimiento. Me quedé quieto. Pero claro que lo entendía: me estaba dando un mensaje. Sin decirlo claramente, aquello sonó como que quería deshacerse de mí, lo cual no era una cosa menor. Entonces repitió: 'No sé qué quiero contigo. ¿Qué tienes que decir? ¿Cuál es tu opinión?". Entonces volvió a surgir el lado oscuro del jugador: "¿Eso fue todo? Gracias". Y salió de la habitación.
Aquel fue el último contacto entre el futbolista y su entrenador esa temporada. Tras las vacaciones de verano hubo otro que, a la postre, resultó ser definitivo. Zlatan deseaba triunfar en el Barça, cambiar y demostrarlo con hechos. "Todavía no me había calzado las botas y Guardiola me llamó a su despacho. Era un 19 de julio. Pep tenía un mensaje. Estaba nervioso e incómodo". Este fue el diálogo que mantuvieron el futbolista y el técnico.
-Pep: ¿Cómo estás?
-Ibra: Muy bien. Ansioso.
-P
ebes estar preparado para ir al banquillo.
-I: Lo sé. Lo entiendo.
-P: Como sabrás, hemos fichado a Villa.
-I: Bien, trabajaré aún más duro. Trabajaré como un idiota para ganarme un sitio en el equipo. Te convenceré de que soy suficientemente bueno.
-P: Lo sé, pero ¿cómo vamos a seguir adelante?
-I: Como te he dicho. Con trabajo duro. Jugaré en cualquier posición que tú me digas. Por delante o por detrás de Messi. Donde sea. Tú decides.
-P
ero, ¿cómo vamos a seguir adelante?
-I: Jugaré para Messi.
-P
ero, ¿cómo vamos a seguir adelante?
"Entonces lo entendí", relata Zlatan, "aquello no era una cuestión de si yo era bueno o no. Era algo personal. En lugar de decirme que no podía manejar mi carácter, trataba de envolverlo todo con esa vaga frase. Y entonces lo decidí: jamás volveré a jugar a las órdenes de Guardiola".
El peor negocio de Rosell
Ibrahimovic describe así el momento en que firmó por el Milán. "Estábamos Rosell, Galliani, Mino, mi abogado, Bartomeu y yo. Y entonces Sandro me dijo: 'Quiero que sepas que estoy haciendo el peor negocio de mi vida'. A lo que contesté: 'Es la consecuencia de un liderazgo pésimo".
Ronaldinho se lo llevó a Milán
La autobiografía de Ibrahimovic también recoge un curioso episodio. "Antes del partido del Gamper ante el Milán, Ronaldinho vino al vestuario del Barça y me dijo: '¿Has hecho ya las maletas? Estoy aquí para llevarte a Milán'. Pirlo, Gatusso, Nesta y Ambrosini me gritaron: '¡Te necesitamos!'".
A cualquier lado menos a Madrid
Cuando Rosell accedió a la presidencia del Barcelona el primer asunto con el que tuvo que lidiar fue con la salida de Ibrahimovic. "Siento esta situación. ¿A qué club querrías ir?", preguntó el presidente. E Ibra contestó: "Al Madrid". A lo que Rosell replicó: "No es posible. A cualquier lado menos ahí".