1959
EL WIENES AUTRIACO NO CONSIGUE AMEDRENTAR AL REAL MADRID
Empate a cero pese a la dureza vienesa y la expulsión de Puskas
En los cuartos de final de la IV Copa de Europa, al Real Madrid le toca en suerte el Wiener, campeón de Austria. En el partido de ida, en el Prater de Viena, los blancos sobreviven a la dureza de sus rivales.
«Arriba», 5 de marzo
Por Jaime Campmany
El estadio del Prater parecía esta tarde el magnífico picadero de la Escuela Española de Equitación de Viena. El equipo del Viena Sport Club, inyectado de sangre joven y ardiente, empinado sobre sus dos anteriores victorias en Copa de Europa, enardecido por el azar de haberle guiado a luchar con el campeón de campeones, ha salido de la caseta como un potrillo salvaje, sin doma y sin arreos, con las crines al aire y ojos de fuego.
Al Real Madrid le ha tocado la difícil misión de ponerle el bocado y sujetarle los aires y las ambiciones. Dura labor de doma la que ha realizado el Madrid, porque el potrillo tenía la sangre ardorosa y larga la carrera y prestos los remos al coceo. El Madrid le ha dado en los primeros minutos rienda larga y después le ha ido sujetando poco a poco, mandándole en las vueltas, dejándole vencerse en su fatiga inútil y poniéndole, por fin, al paso, espumeante y casi rendido.
Dirigió el encuentro con clara benevolencia hacia el lado austriaco el belga Alsteen. La expulsión de Puskas fue un castigo a todas luces excesivo e injustificado. (...) A los treinta y siete minutos Barschandt hizo una violenta entrada a Puskas y le derribó. Este, al caer, devolvió el golpe. Gran escándalo en el estadio. Clamor. Dos espontáneos camilleros saltan al campo en busca del jugador austriaco, le tienden en la camilla, le cubren con una manta, como a un cadáver, y se lo llevan, mientras los restantes vieneses vapulean de lo lindo al señor Alsteen, quien termina por decretar la expulsión de Puskas. La escena se repite en otra ocasión, incluso con la colaboración de los avisados camilleros;, pero el señor Alsteen, tal vez escarmentado al ver como Barschandt había salido en el segundo tiempo sin señal alguna de lesión, no se dejó engañar con la misma ingenuidad.
Kopa hubo de ser asistido después de recibir una larga serie de golpes. Y Marquitos, Lesmes y Gento dieron visibles muestras de haber sufrido entradas violentas.
Contemplando la consumación de este empate, que (...) ha sido el empate sordo y feroz de dos equipos que han batallado brava y trágicamente. (...) Dos enormes fuerzas casi iguales y contrarias que se anulan. Lucha emocionante que al final tendrá que ser decidida en Madrid. (...) La fierecilla ya está domada. Ahora ya sólo falta hacerla pasar por el aro.
ALINEACIONES:
Wienner: Szanwald; Hasenkopf, Oslansky; Buellwatsch, jaros, Barschandt; Horak, Kanoll, Hof, Hamcri y Skerlan.
Real Madrid: Alonso; Marquitos, Santamaría, Lesmes; Santisteban, Zárraga; Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento.