Si lo que te gusta es pescar pero el mar te queda muy lejos de casa, siempre puedes comprar un pez, llenar la bañera de casa y ponerte a pescar sin salir del cuarto de baño. Tus gatos te lo agradecerán
Esta foto ha perdido su parte más sexy por culpa del hombre que aparece por detrás de las tres mujeres. Ahora solo es divertida
Los boxeadores suelen estar muy concentrados cuando saltan al ring, pero el culo de una mujer les puede despistar de mala manera.
Ya es mala suerte sufrir un accidente en bici, sobre todo si hace que te quedes con el culo al aire. ¡Qué vergüenza
Supongo que camisetas de este tamaño, XXXXXL, solo se encuentran en Estados Unidos, donde los restaurantes de comida rápida son los que más triunfan.
Un bocado animal tiene poco de cariñoso, sobre todo cuando el culpable es un camello que lleva demasiados días sin beber agua.
Visto lo visto en esta imagen, podríamos decir que Justin Bieber se ha vuelto a enamorar. Ya no piensa en Selena Gómez, ahora va a por otras mujeres.
Para saltarse las normas a veces es necesario hacer cosas muy extrañas.
En la escuela muchas asignaturas son aburridísimas, por eso si tienes la oportunidad de sentarte en la última fila de la clase podrás dormir durante toda la hora.
Bajar las escaleras dejará de ser aburrido cuando instales un tobogán. Los vecinos te lo agradecerán.
Hay que decir que la siesta es para todos, es un derecho para las personas y para los animales. Después de comer nos merecemos un descanso de por lo menos media horita.
Cuando el maletero de un coche no puede dar más de sí, a los ocupantes les toca hacer espacio donde sea. Es la única forma de llevarse todo el equipaje.
Tenerla como la trompa de un elefante no es tan difícil, sobre todo si tienes a ése animal justo detrás.
Dicen que las naranjas de la China son algo duras de pelar. Eso debe ser porque algunas practican sumo en sus ratos libres. Además, tienen mucho zumo.
Ya os lo advertí la semana pasada. Hay muñecos de nieve asesinos que no se andan con rodeos. A la que te descuidas te comen empezando por la cabeza. ¡Qué miedo!