¿En qué piso vives? Entre el segundo y el tercero. ¿Cómo? Sí en medio de las escaleras. WTF!
Las niñas adoran a Bob Esponja e intentan hacer lo mismo que su personaje favorito, que cuando sale del mar se seca tendido al sol.
Si quieres ser un musculitos pero no tienes tiempo para ir al gimnasio, siempre estás a tiempo de pintarte el cuerpo para que parezca que estás cuadrado.
Si tienes calor y se ha estropeado el aire acondicionado, lo mejor que puedes hacer es llevarte el portátil a la nevera para seguir disfrutando de Blog de Humor.
jajaja, es una tentacion, el portatil, al lado del frigorifico, jajaja
gracias patagonia
A este perro es mejor no decirle nada, es como Freddy Krueger y te puede matar en sus sueños.
Esta pareja tan veterana sigue siendo hippie a más no poder. De hecho, van a seguir siéndolo hasta que la muerte los separe. Qué bonito…
Estos dos huevos no son normales, son alienígenas. Podríamos decir que son dos huevos fritos de otra galaxia
Solo espero que la dueña no se tire un cuesco, ya que al pobre gato le pillaría demasiado cerca y le fastidiaría la siesta.
Aunque el presupuesto disponible ya no sea tan grande como el de antaño, no hay que renunciar al tuning en estado puro. El buen gusto tiene recompensa.
Dejando a un lado la decoración de la habitación, tengo que decir que este personaje no encontrará novia en su vida. Y no porque no esté musculado, porque eso sí lo tiene.
Entiendo perfectamente lo que le pasa a este gato. Se ha atrevido a escuchar una canción de Enrique Iglesias a capela y le están reventan los tímpanos. Seguramente no había escuchado su famoso playback.
No sé si es porque ha visto a Bob Esponja salvándole la vida a alguien, pero el caso es que en la imagen tenemos a un bebé impresionado. Me recuerda al bebé sorprendido que os mostré en marzo del año pasado.
Hay que ser cabezón con ganas para intentar pasar por un callejón tan estrecho. Ni cerrando los retrovisores se consigue atravesarlo.
Su cara lo dice todo. Está deseando hincarle el diente al sándwich que tiene justo delante