Novedades Yamaha en el Salón de Tokio
Una vez más el Salón de Tokio ha servido para acercarnos al futuro. Los fabricantes japoneses hacen «en casa» un gran alarde de imaginación, mostrando prototipos que a medio plazo deberán convertirse en realidad. Yamaha siempre se ha caracterizado por tener un gran espíritu deportivo, lo que vuelve a quedar de manifiesto en prototipos como el PES1 eléctrico. En Tokio se han mostrado un buen número de vehículos eléctricos, ideales sobre todo para las grandes urbes, gracias a sus virtudes ecológicas y a su facilidad de uso y mantenimiento. Yamaha también sigue mimando a la Bolt, una de las custom japonesas más interesantes de los últimos tiempos.
"Una superbike que puedes pilotar cada día", esta es la idea que está detrás del desarrollo de la Yamaha R25. Se trata de una moto muy deportiva que emplea un nuevo motor bicilíndrico en línea de 250 cc. El chasis es ligero, esbelto y compacto, inspirado en el empleado por la YZR-M1 de MotoGP. El propulsor es potente y sube de revoluciones con presteza, pero al mismo tiempo se trata de un modelo fácil de pilotar. La R25 ha sido pensada como moto dirigida a los principiantes de mercados como Japón o Europa que deseen una montura deportiva y también para países asiáticos donde será considerada como un vehículo de altas prestaciones.
La marca de los diapasones ha partido del estrecho y compacto chasis utilizado en la Bolt, junto con un bicilíndrico en V, refrigerado por aire. La Bolt Café es un prototipo que demuestra cómo los dueños pueden personalizar la moto teniendo en cuenta sus gustos. Este modelo destaca por su simplicidad de líneas. Una moto que evoca libertad y que se presta como pocas para que la utilicemos como medio de expresión. Estamos ante un tesoro para todo aquel que quiera explorar las enormes posibilidades de personalización.
Yamaha no quiere dejar de lado la revolución eléctrica. Los prototipos PES1 y PED1 llevan la "P" que según el fabricante quiere ejemplificar la pasión que deben transmitir estos vehículos eléctricos, que suponen toda una nueva experiencia en la conducción (hasta que no pilotas una moto eléctrica no te das cuenta de que hasta qué punto esto es cierto). La PES1 viene de (street, calle) y la PED1 de (dirt, campo). Van propulsadas por lo que se ha bautizado como (Yamaha Smart Power Module). Hay una estructura monocasco que hace las veces de chasis. Ambos modelos cuentan con una transmisión que se puede emplear de forma automática o manual. La batería se puede extraer con facilidad para favorecer las tareas de mantenimiento y hay algunas funciones que se pueden manejar con el "smartphone" del usuario. Con la PES1 Yamaha ha querido simbolizar la "tranquila madurez" que supone la llegada de las motos eléctricas, junto con la pasión que lleva implícito todo vehículo de dos ruedas. Unido son el "Silencio" en un fabricante que es famoso por sus instrumentos musicales.
Este "concept" de scooter eléctrico es ideal para la ciudad y los cortos trayectos. Unas características que se combinan con un atractivo precio para hacerlo asequible a un gran número de usuarios. La base ha sido el Vino, un scooter retro popular en Japón. La propulsión eléctrica lo convierte en un vehículo ecológico, en el que no falta una suave aceleración y un logrado equilibrio que lo hace muy manejable a bajas velocidades. La batería es intercambiable y tiene un sistema regenerativo para recuperar algo de la energía en las frenadas.
Este prototipo ha sido desarrollado pensando en los niños que quieren aprender a montar en moto. Utiliza un motor eléctrico idéntico al que monta el scooter Evino. La respuesta del propulsor se adapta perfectamente a los requisitos de los más pequeños. Además, hay que olvidarse de los problemas derivados de la gasolina y el aceite, lo que facilita su transporte en coche o la utilización en lugares cerrados.