ESTARÁ A LA VENTA A PARTIR DEL PRÓXIMO VERANO
Mercedes-Benz SLS AMG Black Series: una fiera del asfalto
La marca de la estrella presenta la versión más radical del 'alas de gaviota', que con 631 CV llega dispuesto a competir en el mercado de los superdeportivos con las últimas creaciones de McLaren y Ferrari.
Mercedes-Benz le da una nueva vuelta de tuerca a su flamante ‘alas de gaviota’ con el lanzamiento, previsto para el próximo verano, de la impresionante versión AMG Black Series, un ‘apellido’ sinónimo de deportividad extrema que permite al SLS situarse al nivel de los mejores modelos de su categoría.
El AMG Black Series eleva la potencia del SLS normal desde los 571 hasta los 631 CV, algo que consigue modificando en profundidad varios elementos del motor como los canales de admisión, los árboles de levas o el cigüeñal, y aumentando el régimen de giro, que pasa de 7.200 a 8.000 vueltas por minuto. Así, la nueva joya de la marca de la estrella, que es capaz de propulsarse de 0 a 100 km/h en apenas 3,6 segundos, se pone al nivel de modelos como el McLaren MP4-12C, de 625 CV, y el Ferrari F12 berlinetta, de 741 CV.
Y para lograr una mejora en el rendimiento acorde a la nueva potencia del modelo, Mercedes realiza notables cambios, que incluyen una importante reducción de peso del vehículo, en torno a los 70 kilos, que consigue gracias al empleo de fibra de carbono y titanio en varias piezas (paragolpes delantero, difusor, capó, alerón trasero, escape…); un incremento en el ancho de vías, de unos 20 milímetros en el eje delantero y unos 24 en el trasero; la adopción de unos nuevos neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2, con llantas de 20 pulgadas y frenos cerámicos de serie; o la modificación de la posición de la caja de cambios automática de doble embrague, ahora más baja para reducir el centro de gravedad del vehículo, y con una velocidad de transición entre marchas ahora mayor.
Además, se ha modificado la configuración del sistema de suspensión AMG Ride Control con reglajes más rígidos que permitan disfrutar de una conducción mucho más radical que en el SLS normal, pensando sobre todo en los clientes que tengan intención de sacarle todo el jugo en circuitos.
En el habitáculo apenas hay cambios. Tan sólo se añaden algunos elementos en fibra de carbono, que contribuyen con la reducción de peso del vehículo y le dan una continuidad en cuanto a imagen con respecto al diseño de la carrocería, y unos asientos deportivos, también basados en el carbono, menos pesados que los del SLS normal. La piel, las costuras en contraste, los tapizados de alcantara y el cuidado máximo por los detalles confirman que estamos, sin duda, ante una de las mejores creaciones en la historia de la mar