Equipamiento
La gama del S Cross está formada con tres acabados GL, GLE y GLX-EL. En total se venderán 19 versiones de este modelo. Muchas según los responsables de Suzuki en España pero así «se abarcan todos los públicos», aunque las más vendidas serán las gamas medias.
El S Cross ofrece siete airbags y control de estabilidad de serie con sistema de asistencia a la frenada. También incorpora control de retención en pendientes, control de presión de neumáticos, luces diurnas, sensores de aparcamiento en la parte delantera y trasera, indicador de cambio de marcha en el salpicadero para ser más eficiente, o la tapicería de piel. Según Suzuki el techo panorámico del S Cross es el de más superficie de la categoría y es de doble hoja. Asimismo, la marca nipona introduce por primera vez en un Suzuki el navegador asociado a la cámara de visión trasera.
Al volante
Hemos realizado una pequeña toma de contacto con el motor diésel, con cambio manual de seis velocidades y tracción 4x2. Es un motor que empuja desde bajos, el cambio funciona de forma aceptable y el zarandeo del habitáculo está controlado por la suspensión con solvencia. Dentro del habitáculo no se escuchan más ruidos que en un Nissan Qashqai al circular a 120 km/h por autovía con buen firme.
En el trayecto hemos subido una pequeña cota con curvas enlazadas rápidas y más o menos cerradas. Aquí el SX4 S Cross se muestra menos ágil que el rival a batir, el Qashqai. El problema no es otro que una dirección más blanda y menos directa: buena para circular fuera de campo pero que pierde efectividad en curvas cerradas en asfalto.
Más modelos
En Frankfurt, hemos podido ver el Suzuki IV4, un concepto que anticipa un nuevo todocamino que se comenzará a producir en diciembre de 2014 y llegará al mercado en enero de 2015.
De hecho, los responsables de Suzuki han explicado que la firma tiene intención de incorporar un nuevo modelo al año durante el próximo lustro.
Y, con el paso del tiempo, para aquellos amantes del todoterreno «rústico» en Suzuki sólo dispondrán de la opción del Jimmy, ya que «la demanda no quiere estos productos. Sólo los vendemos a flotas; como por ejemplo al Canal de Isabel II».