Las novedades de esta quinta serie de L200 son un motor completamente nuevo, chasis mejorado, innovaciones en seguridad, más aerodinámica y, sobre todo, una importante apuesta por la eficiencia, muy superior a la mostrada hasta ahora en este segmento.
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La mejora de peso junto con los nuevos motores (con start&stop de serie) y cajas de cambios, logran unos niveles de consumos y emisiones excelentes. Mitsubishi anuncia entre 6,4 y 7,3 litros a los cien y entre 169 y 193 gr de CO2, dependiendo de la versión de motor, transmisión y equipamiento. En comparación con modelos de potencias similares de líderes del sector 'pick up' como el Ranger o el Amarok, el L200 ofrece unos niveles de eficiencia mucho más ajustados
La mejora de peso junto con los nuevos motores (con start&stop de serie) y cajas de cambios, logran unos niveles de consumos y emisiones excelentes. Mitsubishi anuncia entre 6,4 y 7,3 litros a los cien y entre 169 y 193 gr de CO2, dependiendo de la versión de motor, transmisión y equipamiento. En comparación con modelos de potencias similares de líderes del sector 'pick up' como el Ranger o el Amarok, el L200 ofrece unos niveles de eficiencia mucho más ajustados.
Su motor, aligerado con la utilización de aluminio y materiales plásticos, es un bloque diésel de la familia '4N15' de Mitsubishi con 2,4 litros de cilindrada que se podrá elegir con 154 o 181 CV (113 o 133 kW) de potencia y 380 o 430 Nm de par máximo respectivamente. Y que pueden ser montados con una caja de cambio manual de seis velocidades o una automática de cinco relaciones.
Nosotros nos pusimos al volante del tope de gama del L200 con cambio manual y comprobamos que es un perfecto compañero de viaje para profesionales que necesiten exprimir sus posibilidades off-road sin despreciar el salto dado por Mitsubishi en el confort y seguridad. Ahora, la conducción en carretera, que también puede realizarse con tracción total, es más que satisfactoria (aunque se notan los kilos que mueve cuando nos quedamos bajos de vueltas) gracias a la evolución del chasis y las suspensiones, acercándose a niveles de un turismo.
Para completar la mejora, se ha ganado en comodidad interior y la acústica está más trabajada, además de incluirse sistemas de seguridad activa como el asistente de arranque en pendiente o el aviso por cambio involuntario de carril.
Ahora bien, es una vez fuera del asfalto cuando podemos llevar hasta el límite las capacidades 4x4 del 'pick up'. A través de pistas, barro, pendientes y descensos es donde el sistema de tracción de Mitsubishi rinde a todo trapo para superar con brío cualquier obstáculo que aparece en el camino.
Habrá que elegir entre el modo 'easy select' o el 'super select' dependiendo de las necesidades que necesitemos, pero es el modo más completo de Mitsubishi el que ofrece un excelente potencial fuera del asfalto. Así, además de la fuerza de la reductora, tendremos a nuestra disposición un bloqueo central del diferencial y un modo con marchas cortas (4LLc) para no tener ningún tipo de problemas fuera del asfalto y conseguir un nivel de conducción sensiblemente superior. Además de un reparto del par entre ejes de 40:60 por el 50:50 que ofrece el 'easy select'.
Pero más allá de todas las mejoras de ingeniería, el nuevo L200 ha trabajado en la aerodinámica hasta quedarse con un coeficiente de 0,40. Una demostración de que el nuevo diseño, más redondeado y con aires de SUV, también ayuda a mejorar la eficiencia. Por su parte, el interior viene con mayor calidad de los materiales y un amplio equipamiento de infoentretenimiento.
En cuanto a peso y dimensiones, dependerá de si optamos por el L200 con doble o simple cabina. Por lo que variará entre los 5.195 - 5.205 mm de largo, 1.785 - 1.815 mm de ancho y 1.775 - 1.780 mm de alto; y un peso de entre 1.820 y 1.875 kilos, con una capacidad máxima de carga, dependiendo del modelo, que oscila entre los 3.100 y los 2.700 kg. Y por último, también abarata sus costes de mantenimiento y mejora sus prestaciones de durabilidad, con una garantía estándar de 12 años en Europa.